¿Qué es una dieta?
La dieta como tal son sustancias alimenticias que componen el comportamiento nutricional de los seres vivos.
Muchas veces se relaciona el hecho de estar a dieta con la voluntad de adelgazar o perder peso. Pero, lo cierto es que la dieta se refiere a los alimentos que ingerimos y los hábitos alimenticios que se adquieren.
¿Cómo debe ser una dieta?
Debe ser sana para mantener nuestro organismo en un estado óptimo de salud y ademas equilibrada para aportarnos todos los nutrientes necesarios que nuestro cuerpo requiere diariamente.
Una correcta nutrición permite reforzar el sistema inmunitario, para contraer menos enfermedades y tener mejor salud.
¿Cómo se consigue una dieta sana?
Debe contener todos los nutrientes y en las cantidades adecuadas para que una persona tenga cubierta todas sus necesidades y no tenga carencias.
Alimentos variados: cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, carnes, etc., ya que ningún alimento contiene por sí mismo todos los nutrientes necesarios.
Frutas y verduras: contienen agua, hidratos de carbono y fibra y no poseen mucha grasa y nada de colesterol. También cuentan con casi todos los minerales y vitaminas que nuestro organismo requiere.
Reducir la bollería industrial y la comida rápida
Cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Evitando si es posible los hidratos de carbono por la noche.
Líquidos: el agua es imprescindible para la vida por ello se recomienda beber entre 1.5 y 2l de agua al día.
Todo esto lo cumple la dieta mediterránea
Principios de la dieta mediterránea
Abundancia de alimentos de origen vegetal frutas, verduras, pan, pasta, arroz, cereales, legumbres y patatas.
Consumir alimentos de temporada en su estado natural, escogiendo siempre los más frescos.
Utilizar el aceite de oliva como grasa principal, tanto para freir como para aderezar.
Consumir diariamente una cantidad moderada de queso y yogur.
Consumir semanalmente una cantidad moderada de pescado, preferentemente azul, aves y huevos.
Consumir frutos secos, miel y aceitunas con moderación.
La carne roja algunas veces al mes.
Consumir vino con moderación normalmente durante las comidas y preferentemente tinto.
Utilizar las hierbas aromáticas como una alternativa saludable a la sal.
Realizar alguna actividad física regular para hacer trabajar al corazón y mantener en forma nuestras articulaciones y nuestro tono físico.